Me quede allí …

Y entonces, me quede allí, en nuestro primero encuentro…

Me quede en el impacto de sentirte tan conectado a mí como jamás lo había sentido con nadie.

Me quede allí, con un corazón que enloquecía al saberte cerca.

Me quede allí, en la revolución de emociones, sensaciones y sentimientos que solo

me provocabas tú.

Me quede allí, en la sensación de hogar, de que nada me faltaba, de tenerlo todo,

cuando nos sabíamos juntos.

Me quede allí cuando parecía alterarse el tiempo, cuando se trataba de ti,

a veces se detenía, otras veces pasaba lento cuando debía esperar para tenerte cerca,

y otras tantas veces cuando las horas se sentían minutos de lo bien que la pasábamos.

Me quede allí en cada te amo, en cada palabra sentida, dada y recibida,

que llegaba y salía de lo más profundo de mi ser.

Me quede allí, en cada charla tan amena, tan sincrónica y tan llena de ti y de mí.

Y sí, me quedé allí, pero también seguí, porque precisamente allí sin quererlo, sin pensarlo, nacieron todas las profundas raíces que han alimentado desde ese entonces mis días, meses, años…

Raíces que han sostenido, cada rama, cada hoja seca, cada fruto,

el árbol de mi vida de mi vida entera,

llenándolo de vivencias interiores y exteriores, de sentimientos buenos y malos,

de pensamientos complejos y de un sinfín de experiencias,  frutos  y acciones,

que hoy en día tienen propósitos más claros,

en donde al final estas siempre tú y este gran amor que abarca todo mi árbol,

toda mi vida, cada pequeña y grande cosa que lo conforma.

Y sí, dicen que no hay que quedarse en el pasado, pero en realidad todos lo hacemos,

hay muchas formas de hacerlo y hay muchos lugares,

unos escogen el lugar más oscuro,

otros el lugar a donde fueron más felices,

otros en donde se sintieron más vivos,

todos escogemos un lugar y tiempo en donde echamos raíces hacia el resto de nuestra vida,

Yo me siento afortunada, porque encontré dos lugares que al final se han vuelto uno, cuando supe que tenía en mi vientre a mi hijo, a quien tanto soñé, y cuando te encontré,

el más precioso lugar que alguien puede encontrar, EL AMOR…

allí  estoy, en esos dos lugares que consolide en uno,

en donde esta plantado el árbol de mi vida

con mucho amor.

 

Y sí, me quede allí, contigo, siempre.